"Ya corregí a mi hijo, ¡pero sigue haciendo lo mismo!"
Aprendiendo juntos: Una herramienta semanal para tu crianza
¿Por qué un niño se sigue comportando de forma inadecuada?
Como adultos que queremos educar con respeto, puede ser muy frustrante sentir que aprendemos, aplicamos, lo intentamos una y otra vez, y agotamos todos nuestros recursos… para que el niño se siga comportando igual.
Yo, personalmente, he visto tres escenarios cuando esto sucede:
El adulto aplica una estrategia de crianza respetuosa y siente que no funciona. Entonces intenta aplicar otra, y luego otra distinta, y otra más…
Esta inconsistencia en su respuesta hace que el niño se confunda, se quede sin aprender y continúe comportándose igual. El cerebro del niño necesita una respuesta que sea coherente, constante y consistente para aprender.El adulto aplica una estrategia de crianza respetuosa, siente que no funciona, y pierde la esperanza.
Esto es igual a pensar que como ya le compraste un traje de baño y lo llevaste a la alberca, a la primera aprenderá a nadar. El cerebro del ser humano aprende por repetición. Así como para lograr nadar hay que practicar una y otra vez, para aprender una habilidad socioemocional se necesita repetir y practicar.El adulto aplica una estrategia de crianza respetuosa, es consistente y, aunque no ve cambios, continúa haciendo lo mismo sin voltear a ver al niño.
Cuando asesoro maestros y familias, doy recomendaciones de acuerdo a la individualidad del niño. Revisamos por qué se está comportando así, qué necesita y cómo le podemos enseñar a expresarse mejor en su entorno. Aún así, siempre le digo al adulto: “inténtalo por dos semanas y me dices cómo te va”. Este indicador temporal es sumamente valioso para medir avances en la dinámica e identificar si realmente llegamos a la raíz del comportamiento. Cuando no es así, hay que revisar la necesidad con mayor profundidad. Esto, a veces, implicará trabajar en equipo con algún especialista del área, médico, psicoterapeuta, etc.
Hoy te invito…
A recordar que, por más que queramos, no podemos controlar el comportamiento de un niño.
Lo que sí podemos controlar es cómo volteamos a verlo, con qué curiosidad identificamos sus necesidades, de qué forma le enseñamos y con qué constancia lo practicamos y guiamos.
Te recomiendo…
Seguirte formando con mi curso “Inteligencia Emocional”, en donde aprenderás:
Cómo regular tus emociones para poder educar con calma y liderazgo.
Cómo identificar la necesidad que provoca el comportamiento inadecuado.
Cómo responder a berrinches, patadas, gritos, empujones, mordidas, etc.
Cómo empatizar con sus emociones, sin ceder ante tus límites.

Te leo…
Gracias a Juliana que en Instagram dejó la pregunta que inspiró esta Newsletter.
Y tú: ¿has vivido algo similar? Me encantará leerte.